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Tus zonas erróneas 21/03/2016

Desaciertos tácticos y estratégicos, bajo nivel de los jugadores y algún malhumor de algunos futbolistas hacia el entrenador, han puesto al conjunto de Boedo en una situación deportiva compleja.

Por: Aldo Gaibuz


Tus zonas erróneas

"Tus zonas erróneas" es el título de un famoso libro de autoayuda escrito por Wayne Dier que vendió más de 35 millones de copias, en donde se hablaba de la superación del miedo, la culpa y las conductas autodestructivas.

Futbolísticamente hablando, San Lorenzo entró en una etapa de confusión, de miedo, de búsqueda de culpables y porque no, de tendencias autodestructivas.

Cuando Edgardo Bauza decidió dar un paso al costado, luego de ganar la Copa Libertadores y de la obtención de un subcampeonato que le permitió al conjunto de Boedo disputar la Supercopa ante Boca, la dirigencia buscó un cambio de estilo: pasar del tacticismo defensivo del "Patón" a una escuela ultraofensiva con Pablo Guede a la cabeza, que sería además, el hombre que venía a renovar a un plantel de edades altas y con muchos jóvenes pidiendo pista, aunque rápidamente Matías Catalán, Ezequiel Montagna, Gabriel Esparza, Juan I. Cavallaro y Tomás Cardona fueron cedidos a otros equipos y Facundo Quignon brilla por su ausencia en las convocatorias.

Por su parte la dirigencia cumpliría con el entrenador: le traería dos jugadores que anduvieron por Europa varios años (Angeleri y Belluschi), una figura desequilibrante del torneo local (Cerutti) y un defensor chileno (Paulo Díaz) que el entrenador conocía a la perfección. De los titulares que obtuvieron el subcampeonato, solo se había ido uno: Mario Yepes que abandonó el fútbol.

Antes de arrancar como dt del club, el rumor era que como Guede juega con solo "5" y de marca, Néstor Ortigoza podría pagar los platos rotos. Enseguida algunos empezaron a decir que son los "bauzistas" que no quieren cambiar. Sin embargo el propio Ortigoza manifestó a la prensa: "Guede me habló y me dijo que me iba a tener en cuenta, aunque no me aseguraba titularidad". A Ortigoza, la gran figura del equipo, el nuevo entrenador le decía que no le aseguraba arrancar entre los once. La realidad lo obligó a utilizarlo de arranque siempre.

Despues avanzó sobre Mercier. Le manifestó que no lo veía bien fisícamente y que Mussis estaba por encima de él. Y acertó, porque Franco arrancó en gran nivel. Ahora, el "Pichi", ¿no puede ir al banco?. Sin ir más lejos cumplió con Arsenal y luego no lo concentró ni por copa ni por el torneo ante Quilmes. Cuando se le preguntó ayer el motivo por el que ningún volante central estaba en el banco, Guede contestó: "para que, si lo tengo a Paulo Díaz que puede jugar de cinco y bien". El presidente Lammens intercedió para que Guede lo tenga en cuenta nuevamente. Duró poco.

El Pipi Romagnoli guarda silencio y no dice nada. Suma. Pero su semblante lo dice todo. En algunos partidos no entró y en otros diez minutos. Consultado por la prensa tras el 3 a 0, el entrenador manifestó: "Conmigo Romagnoli jugó varios partidos, no lo puse porque tiene que descansar". ¿Descansar? Si viene una fecha suspendida. Y por otra parte si estaba tan cansado para que fue al banco.

Pablo Barrientos empezó bien con Guede y fue perdiendo terreno por algún mal partido. Para colmo en un encuentro y tras ser reemplazado, el "Pitu" lo cuestionó al entrenador ante las cámaras. La prensa publicó que el entrenador le hizo pedir disculpas delante del plantel. Guede lo negó y dijo que eran mentiras. Cinco horas despues en Fox Sports Ortigoza dijo: "Sí, hubo una reunión y el Pitu nos pidió disculpas. Que pasó luego no se".

Todos hechos son narrados como sucedieron. En contextos donde se gana no pasa nada, son solo apostillas. Cuando no se gana, ya llevamos ocho partidos sin conocer la victoria, el contexto se te vuelve en contra.

El entrenador utilizó un esquema ante Boca y terminó vapuleando al conjunto de Arruabarrena. A partir de allí una serie de desaciertos tácticos y técnicos, comenzaron a desvirtuar el proceso: colocar a Ortigoza como único cinco en un par de partidos repitiendo el error, no tener preparado un marcador central izquierdo, obligando a Caruzzo, de buen nivel por la derecha, a uno casi desconocido por izquierda, a repetir con Cauteruccio como nueve y que en 13 partidos no convierta y lo que es peor, en dos encuentro ubicarlo como volante , y terminando con un Cerutti que por el extremo derecho te mata, a jugar por izquierda y en la zona de volantes.

La división no debe ser entre jugar lindo o feo, sino entre jugar bien o mal. Esto se resuelve parando la pelota, que todos los protagonistas se sinceren, jugadores y entrenador, porque San Lorenzo está por encima de todos y hay que volver a la victoria. Ser ofensivo no significa no marcar y ser defensivo no significa no llegar nunca al área rival. El equilibrio es lo que hay que encontrar.

Porque en el fútbol, mientras los campeonatos se jueguen por puntos, lo importante siempre serán los triunfos.

 

 


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