Crónica de un final anunciado 15/06/2016
Sólo seis meses duró el "Método Guede" en San Lorenzo. Llegó para revolucionar el fútbol y terminó enfrentado con los referentes, aislado y hasta teniendo que ceder a sus convicciones futbolísticas para que el desenlace no haya sido antes.
Por: Aldo Gaibuz
"Hay que desterrar el medio a perder, el miedo al fracaso", señalaba Pablo Guede al iniciar sus primeros pasos como entrenador de San Lorenzo allá por el mes de enero. El entrenado venía a implantar una idea ultraofensiva con un fuerte desapego a la marca y lo definía así: "Me gustan los esquemas con 3 delanteros, veloces en los costados, y atrás podés defender mano a mano, si te atacan con dos delanteros, se defiende con dos. Para eso está el arquero".
Los periodistas presentes, y los hinchas al leer las crónicas y escuchar los audios nos preocupábamos por como íbamos a hacer sobre todo en un campo de juego tan grande como el Bidegain. Y vivimos angustiados, como aquellas noches de copa Libertadores ante Toluca y Gremio.
Con los referentes nunca se llevó bién: apenas llegó lo encaró a Ortigoza y le dijo "no te voy a dejar afuera, pero no te voy a asegurar la titularidad", ante la mirada atónica de el "gordo", el mejor jugador de San Lorenzo.
Con Mercier ya fue un clásico de entrada. Un supuesto exceso de un par de kg motivó que el entrenador lo borre por completo. Nosotros informábamos que esa era solo una parte de la verdad. La realidad es que quería otra clase de volante central. Y el tiempo nos dio la razón, ya que a pesar de haber sido la figura de los últimos cinco partidos de San Lorenzo y sobre todo en los clásicos, Bernardo Romeo reconoció que Guede pidió no contar más con el Pichi.
Cada hecho que el entrenador desmentía, los protagonistas lo confirmaban, como por ejemplo el negar que le exigió a Barrientos que se disculpe con los compañeros por enojarse trás un cambio, pero por la tarde Ortigoza en Fox confirmaba el suceso; desmentir que haya habido un incidente con los juveniles en el regreso en avión desde México, mientras Caruzzo 48 hs despues en TyC manifestó que le "pidieron explicaciones al entrenador por el suceso" y el se las dio; negar a un periodista que presentaba por TV un poder otorgado a un empresario para colocar su nombre en los países árabes, cuando hoy un colega desde Arabia confirmó que las negociaciones empezaron hace dos meses.
Parte de la dirigencia quería que siga, pero otra no. Su destrato con cierto grado de soberbia, el hablar no solo de no aceptar a Mecier, sino en pensar en el fín de otros ciclos como Torrico y Romagnoli, el destrato hacia los juveniles al no permitírsele ver los entrenamientos de primera por miedo a que pasen información, y el rechazar el interés de los dirigentes por repatriar a Coloccini ("no se si necesitamos alguien alli") y por incorporar a Ivan Rossi de Banfield ("quiero a Zucculini", sin importar que cambió en dos años cuatro equipos), fueron forjando un desgaste difícil de remontar.
En su paso quedará el haber goleado a Boca en la Supercopa y ganar su grupo en el torneo local, como así también quedar eliminados en la primera fase de la Libertadores sin haber ganado un solo partido y caer por goleada en la final ante Lanús.
Dicen que el tiempo cura las heridas. Que sea rápido porque se viene un semestre con torneo local, Copa Sudamericana y Copa Argentina.