Nacido para sufrir 13/09/2016
Como siempre, una vez más historia repetida: si San Lorenzo no sufre no vale. Derrotó 4 a 1 a Banfield y pasó a las segunda ronda de la Copa Sudamericana. Torrico atajó un penal en el final.
Por: Aldo Gaibuz
El San Lorenzo de los milagros volvió a protahonizar otra noche de las que reafirman ese título. Luego de una ráfaga tremenda de 10 minutos con un gol de Caruzzo y dos de Blandi, San Lorenzo parecía encaminarse a una cómoda victoria.
Sin embargo, y siempre pensando en la peligrosidad de un gol de visitante, Banfield se adelantó, reventó el travesaño en un tiro libre y luego Soto aprovecho una desatención de Corujo y marcó el descuento que le daba la clasificación al equipo de Falcioni,
San Lorenzo sintió el impacto y le costaba llegar, hasta que un pase milimétrico de Ortigoza y una extraordinaria definición de Cauteruccio, ponían las cosas en su lugar: 4 a 1 y clasificación de San Lorenzo.
El segundo tiempo decayó en nivel, y San Lorenzo retrocedió, un poco empujado por el viento y otro poco por el rival. El ingreso de Merlini por Cauteruccio no solo no solucionó nada sino que se involucionó ya que el juvenil le faltó decisión en dos contragolpes muy claros.
Banfield iba y San Lorenzo resistía como podía, inclusive el palo lo salvó milagrosamente. Hasta que faltando casi nada un centro al área azulgrana terminó con Emmanuel Mas cometiendo penal y el uruguayo Santiago Silva tuvo en sus pies la clasificación.
Pero claro, enfrente no estaba cualquiera, sino San Sebastián Torrico de Amagro. Y una vez más sus manos le dieron la clasificación a San Lorenzo.
Merecía pasar y pasó. Y la historia terminó como siempre: sufriendo.